Un día 12 de Abril pocas horas antes de la luna llena
los Enanitos armaron un gran revuelo.
De todos los espacios claros, oscuros, húmedos y secos
del Jardín venían sus habitantes a observar con asombro
al nuevo tesoro que Pixie había encontrado.
Una pequeña Hadita llamada Maura Leoníe
dormía plácida entre hojas y grillitos.
Los pájaros cantaron alabando su dulce rostro,
los Primos Pixie danzaron bajo las estrellas hasta que salió la luna
y
el Hombre Verde la cubrió con las bendiciones de los bosques,
de los ríos, de los caminos de montaña, de las cañadas ruidosas,
de las mariposas y los colibríes.
La hadita siguió durmiendo como si el bullicio
que la rodeaba le sirviera de canción de cuna,
pero de pronto estiró los bracitos y abrió los ojos,
miró a todos a su alrededor y entonces sonrió.
Hadas, Elfos, Duendes y Enanitos, todos a la vez
expresaron su sentir
con un suspiro y un:
Ooooohhh!!!
El corazón del Jardín y de todos sus moradores
había sido conquistado para siempre.